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¿Cómo enseñarle a alguien con demencia a utilizar un andador?

A medida que la demencia progresa, las personas afectadas necesitan cada vez más ayuda con las actividades cotidianas, y su capacidad para cuidar de sí mismas puede disminuir gradualmente. Un andador puede brindar un apoyo importante durante este proceso, ya que ayuda a mantener cierto grado de independencia, frena el deterioro físico y mejora la seguridad y la movilidad.

En este artículo, aprenderá cómo un andador puede ayudar a las personas con demencia en su vida diaria. También recibirá consejos prácticos para ayudarles a usar un andador eficazmente, mejorar sus habilidades de autocuidado y mejorar su calidad de vida.

¿Qué es la demencia?

La demencia es un síndrome en el que el daño a las neuronas afecta la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad para realizar las tareas cotidianas. La enfermedad empeora gradualmente con el tiempo, provocando dificultades en funciones cognitivas como el lenguaje, la resolución de problemas y el juicio. A medida que la demencia progresa, puede presentarse confusión, desorientación y dificultades para tomar decisiones, lo que requiere atención integral para facilitar la gestión de las actividades cotidianas y garantizar la seguridad.

¿Cómo ayudan los andadores a las personas con demencia?

Su paciencia y una guía clara son fundamentales al enseñar a una persona con demencia a usar un andador. Asegúrese de que el andador esté ajustado adecuadamente a su tamaño y fuerza. Use un lenguaje sencillo y directo para explicar cada paso y considere usar ayudas visuales (por ejemplo, cinta adhesiva de colores en el suelo) como ayuda.

Se recomienda practicar con regularidad en un entorno seguro, ya que la repetición refuerza el aprendizaje. Ofrézcales siempre un estímulo positivo para fortalecer su confianza. Asegúrese de que se sientan seguros y cómodos mientras aprenden, supervise de cerca su progreso y ajuste su enfoque según sea necesario.

¿Qué ayudas de movilidad están disponibles para las personas con demencia?

Existen diferentes tipos de ayudas para caminar que satisfacen las necesidades de las personas con demencia. A continuación, una breve introducción:

Andador estándar : Un andador estándar cuenta con cuatro patas robustas sin ruedas que se mantienen en su lugar y brindan un soporte firme al desplazar el peso sobre el andador. Sin embargo, cada paso requiere levantar el cuerpo, lo cual puede ser difícil si tiene poca fuerza en los brazos o coordinación.

Andadores de dos ruedas : Los andadores de dos ruedas cuentan con ruedas en las patas delanteras que permiten un suave movimiento hacia adelante sin necesidad de levantarlos por completo. Ofrecen un buen equilibrio entre flexibilidad y estabilidad, lo que los hace ideales para personas que necesitan apoyo pero que aún pueden controlar su movimiento hacia adelante.

Andador con ruedas : Un andador con ruedas tiene cuatro ruedas y un freno de mano. Es un andador con asiento para facilitar el movimiento y el descanso. Si puede caminar distancias largas, pero necesita descansar, un andador con ruedas es una buena opción. Si se encuentra en las últimas etapas de la demencia, un andador podría no ser una buena opción, ya que controlar los frenos y las ruedas requiere coordinación.

Andador vertical : Un andador vertical le permite mantener una postura erguida, alivia la tensión en la espalda y promueve una marcha natural. Cuenta con soportes para los antebrazos para favorecer el equilibrio, pero puede resultar menos estable si tiene problemas de equilibrio graves.

Mujer usa andador

¿A qué desafíos se enfrentan las personas con demencia cuando utilizan ayudas para caminar?

Como persona con demencia, puede enfrentar desafíos importantes al usar ayudas para caminar debido a los deterioros cognitivos, físicos y sensoriales que causa la demencia.

deterioro cognitivo

Es posible que las personas con demencia olviden cómo y por qué usan un andador. Pueden tener dificultades para realizar varias tareas a la vez, como maniobrar un andador, y pueden ser incapaces de calcular distancias con precisión o detectar obstáculos debido a una capacidad deficiente para tomar decisiones.

Desafíos físicos

La disminución de las habilidades motoras y la debilidad muscular pueden dificultar que las personas con demencia utilicen físicamente un dispositivo de ayuda para caminar. Además, los cambios en la marcha y el equilibrio pueden aumentar el riesgo de caídas.

Dificultades de percepción

Las discapacidades visoespaciales pueden dificultarle ayudar a la persona a sortear obstáculos o atravesar puertas. La desorientación puede dificultar aún más el uso eficaz de un andador, ya que la persona puede olvidar su destino o ser incapaz de reconocer su entorno.

Barreras psicológicas

Las personas pueden ser reacias a usar un andador por miedo a caerse, especialmente si ya lo han hecho. Algunas pueden rechazar el uso de ayudas para la movilidad porque simbolizan una pérdida de independencia.

Factores ambientales

Los espacios residenciales y de atención pueden no ser adecuados para el uso de andadores, ya que los pasillos estrechos y las zonas concurridas dificultan su uso. Además, un andador mal ajustado o en mal estado puede comprometer su eficacia y seguridad.

¿Cómo enseñar a una persona con demencia a utilizar un andador?

Para enseñar mejor a una persona con demencia cómo utilizar un andador y el apoyo de movilidad que proporciona, puede seguir estos pasos.

Entender las necesidades del paciente

Primero, debe evaluar su movilidad actual, estado cognitivo y salud física. Conocer la etapa específica en la que se encuentra en el desarrollo de la demencia puede ayudarle a desarrollar un plan de enseñanza personalizado. Además, puede adaptar su entorno diario para garantizar su seguridad y comodidad.

Utilice instrucciones simples y consistentes

Las personas con demencia pueden tener dificultades de aprendizaje y memoria, por lo que es importante usar instrucciones breves y coherentes. Durante la enseñanza, repita instrucciones sencillas como "Pon las manos aquí y avanza lentamente". Esto puede fortalecer su memoria y promover el aprendizaje.

Utilice orientación práctica

Antes de usarlo, puede que necesite guiar sus manos en el andador o incluso sujetarlas para ayudarlo. En las primeras etapas, caminar a su lado y colocar suavemente las manos sobre su espalda u hombros puede brindarle apoyo adicional y una sensación de seguridad.

Combine indicaciones visuales y verbales

Para los pacientes con dificultad para realizar tareas, puede usar indicaciones visuales y verbales. Puede usar marcas visibles en el área de práctica o etiquetas en el andador para indicar los pasos. Indicaciones verbales breves como "Deténgase y descanse ahora" pueden ayudarle a dominar mejor el uso del andador.

Practica regularmente

La práctica regular es importante para mejorar la memoria y la confianza en las personas con demencia. Se recomienda programar varias sesiones cortas de práctica al día, en lugar de sesiones ocasionales más largas, para mejorar su aprendizaje y hacer que la práctica sea más manejable y sostenible.

Sea paciente y alentador

El proceso de enseñanza requiere mucha paciencia y ánimo positivo de tu parte. Mantén una actitud positiva incluso cuando el progreso sea lento. Enfatiza cada pequeño logro, como colocar las manos correctamente, como digno de elogio y ánimo. Este estímulo positivo puede aumentar su confianza y animarlos a seguir intentándolo.

Los pacientes con demencia utilizan ayudas para caminar sobre dos ruedas

¿Cuáles son algunos consejos prácticos para el uso diario del andador?

Haga que el andador sea accesible : Colóquelo en un lugar visible y de fácil acceso. Esta ubicación reduce el riesgo de que la persona olvide usarlo y ayuda a establecer una rutina.

Utilice recordatorios : colocar recordatorios simples en el andador, como “Úsame cuando te levantes”, puede fomentar el uso regular.

Marcar caminos : En caso de ser necesario, marcar o balizar rutas de paseo frecuentes en la vivienda para guiar al usuario y facilitar la orientación.

Verifique la fatiga : Controle el nivel de energía de la persona. Si parece cansada, anímela a descansar y use un andador con asiento o un andador de cuatro ruedas si es necesario.

¿Cuándo debes buscar ayuda profesional?

Si un ser querido tiene dificultades constantes para usar un andador de forma segura, podría ser el momento de consultar con un profesional, como un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional. Estos especialistas pueden evaluar las necesidades específicas de la persona y crear un plan de ejercicios personalizado. En algunos casos, los cuidadores también pueden beneficiarse de la orientación profesional para aprender la mejor manera de ayudar con el uso del andador.

Es especialmente importante buscar ayuda si se presentan signos de caídas frecuentes, empeoramiento de los problemas de equilibrio o aumento de la ansiedad relacionada con la movilidad. Los profesionales médicos también pueden recomendar dispositivos de asistencia alternativos o sugerir adaptaciones en el hogar para mejorar la seguridad.

Conclusión

Enseñar a una persona con demencia a usar un andador requiere paciencia, instrucciones sencillas y práctica regular. Usar un andador puede fomentar su independencia, aunque puede presentar algunas dificultades. Con un enfoque personalizado y buscando ayuda profesional cuando sea necesario, puede garantizar que la persona se mueva con mayor seguridad y tenga una mejor calidad de vida.

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